domingo, 24 de septiembre de 2017

Eclesiastés 12

En esta ocasión, nos encontramos en el capítulo 12 del libro de Eclesiastés. Lo trabajaremos siguiendo las estructuras anteriores de resumen, versos a destacar, aplicación y una breve oración para poner en práctica lo aprendido con este fragmento de la Biblia.

RESUMEN

Este capítulo continúa con consejos para la juventud (tal y como terminaba el capítulo 11). Exhorta a que tengamos a Dios presente y en primer lugar en nuestras vidas (incluida nuestra juventud), y en todo lo que emprendamos. 

VERSOS A DESTACAR

"Acuérdate de tu Creador en los días
de tu juventud, antes de que vengan los
días malos, y lleguen los años de los cuales digas:
No tengo en ellos contentamiento." (v.1)
Si tenemos la oportunidad de conocer a Dios cuando aún somos "fuertes", cuando estamos en los días robustos de nuestra vida, ésta será mucho más bendecida. Es un poco egoísta el comentario de "ya tendré tiempo para Dios cuando sea viejo". Si de verdad tememos a Dios y queremos honrarle, sabremos que merece lo mejor; y, por supuesto, querremos dárselo. El tiempo jamás se recupera, pero un tiempo bien invertido cambia radicalmente el curso de nuestras vidas. Podemos darle a Dios nuestro día a día porque lo merece. Merece de nosotros, al menos, nuestro tiempo y nuestra obediencia, de donde se derivan el resto de aspectos. 

"El fin de todo discurso oído es este:
Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; 
porque esto es el todo del hombre." (v. 13)
El Predicador termina prácticamente el capítulo (y el libro), instándonos a perseverar en el temor a Dios (que identificamos con la sabiduría), y guardando en obediencia los estatutos de su Palabra. Es esto lo que el hombre debe realmente perseguir hasta su muerte.

OBEDIENCIA // APLICACIÓN

- Aunque seamos jóvenes, no debemos olvidar poner a Dios delante de nosotros.
- Es necesario que el temor de Dios esté de continuo en nuestro corazón.
- Mostremos con nuestros hechos la Palabra de Dios que guardamos en nuestros corazones.

ORACIÓN

Señor, en este día te pedimos que nos fortalezcas en nuestro propósito de entregarte cada uno de nuestros días. Que podamos hacer de cada día un tiempo de provecho y siembra para recoger los preciosos frutos de tu Espíritu. Te lo pedimos en el nombre de Jesús.   Amén.

domingo, 17 de septiembre de 2017

2. Corintios 13:11

En esta ocasión, nos encontramos en 2 Corintios capítulo 13, y versículo 11, que habla sobre cómo debemos comportarnos y qué cosas debemos seguir y buscar.

"Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos,consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz;y el Dios de paz y de amor estará con vosotros." 

Cuando nosotros ponemos de nuestra parte para acercarnos a Dios , Él estará con nosotros. Debemos buscar a Dios para avanzar en todas y cada una de las áreas de nuestra vida correctamente, ya que ésta es la forma de alcanzar el objetivo final: acercarnos y amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente; viviendo para Él y haciendo de su Palabra nuestra forma de vida.
Este versículo tiene también la promesa de que cumpliendo con lo que dice el versículo, al buscar a Dios, Él estará con nosotros. Para que Dios esté con nosotros, es necesario que nosotros queramos que esté con nosotros, y que  le busquemos con todo nuestro ser.  Acercarnos  a Dios es la forma de demostrarle y de manifestar en nuestra vida el deseo y la necesidad que tenemos de que sea Él quien guíe nuestros pasos.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Eclesiastés 11

Se continúa con el estudio del libro de Eclesiastés. En esta ocasión, nos encontramos en el capítulo 11 de mencionado libro, y se continúa con la estructura utilizada en los anteriores análisis. 

RESUMEN

Este capítulo habla de la importancia de trabajar para alcanzar los frutos que tanto perseguimos, y también de que aún los días de nuestra juventud han de ser entregados en las manos de Dios, ya que Él también tiene éstos en cuenta.

VERSOS A DESTACAR

"Alégrate, joven, en tu juventud, y tome
placer tu corazón en los días de tu
adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón
y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre
todas estas cosas te juzgará Dios." (v. 9)
Este versículo señala que nuestra juventud es un periodo en el que muchas veces nos sentimos insuperables y en el que muchas veces también queremos hacer cualquier cantidad de cosas y llevar a cabo un sinfín de proyectos y planes. Sin embargo, es necesario saber que Dios también está pendiente de esa época, y no debemos dejarnos llevar  por las apariencias o por nuestros propios pensamientos, pues sabemos que pensemos lo que pesemos y digamos lo que digamos, los pensamientos de Dios no son como los nuestros. Los pensamientos de Dios son de paz y no de mal, para darnos ése fin que tanto esperamos. 
*Sobre andar en los caminos de nuestro corazón, sobre escuchar a nuestro corazón, hay también un post, que podrán encontrar  aquí.

"Quita, pues, de tu corazón el enojo,
y aparta de tu carne el mal; porque
la adolescencia y la juventud son vanidad." (v. 10)
Es necesario que tengamos cuidado con el enojo y el pecado, lo malo. Es por ello que debemos apartarlos de nuestra vida y no dedicarles espacio, ni siquiera en nuestros pensamientos (pues es donde todo comienza). No debemos creer aquella idea de que la adolescencia y la juventud son los momentos de nuestra vida dedicados al libertinaje de nuestra naturaleza de pecado. 

OBEDIENCIA// APLICACIÓN

- No nos dejemos convencer por la idea de "solo se es joven una vez" con el objetivo de dar rienda suelta al libertinaje del pecado. 
- No llevemos una vida de enfado y turbación a causa de la ira. 
- Busquemos a Dios, y presentémosle cada uno de nuestros planes y proyectos, y pidámosle que sea Él quien dirija cada uno de nuestros pasos. No es nada aconsejable "escuchar a nuestro corazón" continuamente
- Aprovechemos sabiamente nuestro tiempo, sea cual sea nuestra edad.

ORACIÓN

"Padre, queremos que seas tú quien guíe cada uno de nuestros pasos, y que sean tus planes y propósitos los que se cumplan en nuestras vidas más que los nuestros, pues sabemos que tus pensamientos son más altos que los nuestros.
Te lo pedimos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén."

martes, 5 de septiembre de 2017

Eclesiastés 10

En esta ocasión, nos encontramos en el capítulo 10 del libro de Eclesiastés, y se sigue la estructura anterior del análisis.

RESUMEN

En este capítulo se habla nuevamente de la importancia de la sabiduría y de la importancia también del saber estar, que hará cesar el furor del necio.

VERSOS A DESTACAR

"Las moscas hacen heder y dar mal olor
al perfume del perfumista; así una pequeña
locura, al que es estimado como sabio y honorable." (v. 1)
Una cosa, por muy pequeña que parezca, puede estropear completamente algo excelente y perfecto. Si una persona quiere alcanzar realmente la sabiduría debe cuidarse de las locuras y las irresponsabilidades, porque pueden hacer cambiar el concepto que se tenga de ellos.

"Si el espíritu del príncipe se exaltare
contra ti, no dejes tu lugar; porque la
mansedumbre hará cesar grandes ofensas." (v.4)
Si alguien se levanta contra nosotros, nuestro deber es mantenernos en nuestra postura y no dejarnos intimidar ante ello. Debemos ser mansos, pero que eso no nos haga ceder ante ningún tipo de presión. Además, cuando la otra persona vea nuestra forma de proceder (firme aunque mansa), la ira bajará y, como dice el versículo, evitaremos muchas ofensas.

"Las palabras del sabio son llenas de gracia,
mas los labios del necio causan su propia ruina." (v. 12)
Las palabras del sabio siempre serán de bien, aunque a veces podamos pensar lo contrario. A pesar de que el necio trate de exaltarse, recordemos que serán sus propias palabras la causa de su ruina. He aquí una gran diferencia entre las personas que temen a Dios, y las que no. 

OBEDIENCIA// APLICACIÓN

- Busca la sabiduría incluso en tu modo de hablar. Que tu exterior pueda reflejar cómo eres por dentro.
- No confundas el valor de la sabiduría con nada más, pues ésta tiene un valor inigualable.
- Por muy pequeña que pueda parecer una falta, si estás a tiempo de no cometerla, no la cometas.
CUÁNDO >>> CÓMO
- Cuando un pecador se exalte contra ti>>> no pierdas tu lugar, y con serenidad, mantente en tu posición.

ORACIÓN

Padre, en este momento queremos pedirte que nos ayudes a seguir la sabiduría, y aún a buscarla cada día más. Conocemos la diferencia que ésta puede marcar en el mundo, y queremos ser parte de ella. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, Amén.

viernes, 1 de septiembre de 2017

1 Corintios 9:25

Hoy estaremos principalmente en 1 Corintios 9:25, un versículo que probablemente todos conocemos, pero que, como la totalidad e la Biblia, merece toda nuestra atención.

"Todo aquel que lucha, de todo se abstiene;ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible."



Muchas personas del mundo se abstienen de ciertas cosas con el objetivo de alcanzar una meta, materializada probablemente con un premio.  En este versículo se utiliza como ejemplo a los luchadores, que se abstienen de ciertas cosas con el objetivo de obstaculizar lo menos posible su victoria. En otro versículo también se toma a los deportistas como ejemplo, específicamente a los corredores ("¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva la victoria? Corred de tal manera que lo obtengáis.", versículo 24 del mismo capítulo).

Todo lo que valga la pena será difícil o complicado, al menos en ciertos aspectos, de alcanzar. Puede que requiera que renunciemos a ciertas cosas por ello:Por ejemplo, un estudiante sabe que si quiere alcanzar altas calificaciones, debe dedicar un tiempo al estudio que probablemente desearía dedicarle en muchas ocasiones al ocio. Sin embargo, sabe que para alcanzar esa meta, es necesario ser constante. 
Cuando se trata de seguir a Cristo, debemos negarnos a nosotros mismos con objeto de alcanzar la corona de la vida. Esa es nuestra meta como corredores ("prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." Filipenses 3:14). Negándonos a nosotros mismos también rechazamos nuestra naturaleza de pecado y buscamos la santidad de Dios como elemento clave  y fundamental en nuestras vidas. Esto requiere constancia y compromiso. Debemos mantenernos firmes en nuestra decisión de buscar la santidad para presentarnos como obreros aprobados ante Dios.