viernes, 1 de septiembre de 2017

1 Corintios 9:25

Hoy estaremos principalmente en 1 Corintios 9:25, un versículo que probablemente todos conocemos, pero que, como la totalidad e la Biblia, merece toda nuestra atención.

"Todo aquel que lucha, de todo se abstiene;ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible."



Muchas personas del mundo se abstienen de ciertas cosas con el objetivo de alcanzar una meta, materializada probablemente con un premio.  En este versículo se utiliza como ejemplo a los luchadores, que se abstienen de ciertas cosas con el objetivo de obstaculizar lo menos posible su victoria. En otro versículo también se toma a los deportistas como ejemplo, específicamente a los corredores ("¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva la victoria? Corred de tal manera que lo obtengáis.", versículo 24 del mismo capítulo).

Todo lo que valga la pena será difícil o complicado, al menos en ciertos aspectos, de alcanzar. Puede que requiera que renunciemos a ciertas cosas por ello:Por ejemplo, un estudiante sabe que si quiere alcanzar altas calificaciones, debe dedicar un tiempo al estudio que probablemente desearía dedicarle en muchas ocasiones al ocio. Sin embargo, sabe que para alcanzar esa meta, es necesario ser constante. 
Cuando se trata de seguir a Cristo, debemos negarnos a nosotros mismos con objeto de alcanzar la corona de la vida. Esa es nuestra meta como corredores ("prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." Filipenses 3:14). Negándonos a nosotros mismos también rechazamos nuestra naturaleza de pecado y buscamos la santidad de Dios como elemento clave  y fundamental en nuestras vidas. Esto requiere constancia y compromiso. Debemos mantenernos firmes en nuestra decisión de buscar la santidad para presentarnos como obreros aprobados ante Dios.

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